Edgardo Ruiz de Porras - Cafe de Primera

Edgardo Ruiz de Porras - Cafe de Primera

Al llegar a un hogar puertorriqueño, es costumbre ofrecer café para darte la bienvenida.

Apertura

Museo Casa Escuté
10 de Noviembre de 2022 | 6pm - 8pm

Se extenderá hasta el 29 de Enero de 2023

Edgardo
Ruiz de porras

Biografía

 

Nació en la década del cincuenta. Un buscador nato, llega a la Tierra en búsqueda de un mundo mejor. Uno lleno de calor humano, de amor.

Fue muy generoso en dar amor. Ávido lector, entre sus temas favoritos están el arte, la ciencia, ciencia ficción, sociología, política y filosofía. Le gustaba la poesía. Cesar Vallejo y Juan Antonio Corretjer estaban entre sus favoritos. Escribía poesía y la vivía en cada acto de amor. Sus conversaciones giraban en torno a muchos temas.  Defendía sus puntos de vista con pasión. La pasión era un elemento fundamental en todo lo que hacía.

Su formación profesional refleja sus variados intereses. Estudió pintura en la Universidad de Puerto Rico. Tomó seminarios con el reconocido ilustrador y diseñador Milton Glasser, en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York.

También fue un estudioso de la caligrafía y la fotografía, entre muchos otros intereses.

Sus más de 30 años de experiencia en la industria publicitaria le dieron la oportunidad de estar a cargo de supervisar todas las necesidades de comunicación de los clientes, desde el desarrollo del concepto a la producción final.

Recibió varios reconocimientos por su trabajo en el campo de la publicidad. Entre ellos Premios Cúspide otorgados por la Asociación de Agencias Publicitarias de Puerto Rico.

Sus búsquedas personales y su pasión por la vida se reflejan en su obra pictórica. Exploró muchos medios, pero la pintura era su pasión. Sus trazos expresivos, texturas y particularmente el color lleno de vida eran su marca de identidad. Buscaba alcanzar la máxima expresividad en su obra. Su alegría de vivir la encontramos en sus mezclas de colores, con todos sus contrastes.

Olga E. Sánchez

Expo Café de Primera

El pueblo puertorriqueño va por el mundo muy orgulloso de todo lo que significa lo “nuestro”. El café es una de esas cosas que consideramos muy nuestras.

Desde su cultivo, cosecha, elaboración y su tradicional Fiesta del Acabe del Café, hasta la inigualable experiencia de su aroma, sabor, aspecto, color y textura.

Claro está, viviendo entre grandes cultivadores, productores y degustadores de café, solo sería aceptable la elaboración de un “Café de Primera”. Tomar una rica taza de café es una costumbre que disfrutamos y compartimos en muchos momentos e instantes de nuestras vidas. Tomamos café desde la infancia y algunas lo tomaron incluso en el biberón.

Compartimos esa taza de café con familia y amigos. Al llegar a un hogar puertorriqueño, es costumbre ofrecer café para darte la bienvenida. Las comidas más ricas terminan con un cafecito.

Hay muchas maneras de tomarlo. Hay a quienes les gusta prieto y puya, con leche oscuro o clarito (bibí), con mucha o poca azúcar, entre muchas otras casi infinitas opciones. No importa como lo tomes, nuestro café es de primera. “Quiero representar mi experiencia, el gusto, el estallido de sabor, el intenso recuerdo, la nobleza del grano y, sobre todo, la vitalidad nuestra y la de una industria que nos representa como pueblo ante el mundo”.

Así es como el artista Edgardo Ruiz de Porras describió su trabajo sobre el tema del café.

Cada taza cuenta una vivencia o anécdota porque el café estaba muy presente en su vida. Su café era más que una bebida caliente.

Tomaba café negro en su ritual mañanero, el cual repetía varias veces durante todo el día. Solía meditar frente a ese gustoso y maravilloso líquido oscuro en busca de respuestas.

En esta época de “globalización”, es importante recordar —no
importa dónde estemos— todo aquello nuestro que nos une,
enorgullece, define y que nos hace bien. Ahora solo falta que
ustedes, los espectadores, decidan si la obra de Edgardo les convida a un “cafecito”.

Olga E. Sánchez

SU OBRA

colegas

Edgardo fue mi primera dupla, el artista asignado a desarrollar el aspirante a “copywriter”. Yo había estudiado publicidad. Edgardo era uno de esos seres que la industria sacaba del mundo de las artes y la poesía para aprovechar sus talentos. Como artista, siempre fue serio, iluminado, meticuloso y perfeccionista. Como compañero era respetuoso y colaborador. Como amigo, de entera confianza. Sus conversaciones, interesantes, profundas, ilustradas, me hacían el día. Entre muchas otras cosas, me enseñó a apreciar el libro del Tao, del cual cito un pensamiento que me recuerda a Edgardo: “Seas rico o pobre, erudito o granjero, obrero o comerciante, tener fama de honrado vale tanto como tener jade u oro puros”. Su obra es siempre un reflejo de su intelecto y su honestidad. En cada pieza una exploración, una historia llena de sabiduría y reflexión. Contemplar sus pinturas es un viaje lleno de posibilidades.

Carlos J. Rodríguez (Partner Lopito, Ileana & Howie, Inc.)

Créditos

Curaduría y Diseño de Sala

Olga E Sánchez

Gloria Florit

Director Creativo

Ajonel Vázquez

Design

Pablo García
garciarolon.com

Edición

Evelyn Otero

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info@cafedeprimera.com

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Museo Casa Escuté
Carolina, Puerto Rico